miércoles, 19 de septiembre de 2012

No hay tu tía



            Tiene su origen en un ungüento medicinal que en épocas pasadas se aplicaba como remedio para todos los males: la "atutía" o "tutía".

            Mezcla de óxido de cinc y otras sales metálicas, la autía fue utilizada por los árabes con fines oftalmológicos.

            El dicho "no hay tu tía", derivación de "no hay atutía", se empleaba para indicar que una enfermedad no tenía remedio ni aplicando ese  preparado.

            Hoy se utiliza cuando un problema no tiene solución, o alguien se enfrenta a un obstáculo al cual no le encuentra salida, o no hay remedio para una enfermedad, o es imposible cambiar las cosas.

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