sábado, 15 de septiembre de 2012

No querer más lola



            Lola era una marca de galletitas argentinas de principio del siglo XX, comercializada por Bagley, famosas por el cuidado puesto en su elaboración, llevada a cabo con los mejores ingredientes y sin ningún tipo de agregado artificial, lo que las convirtió en las preferidas de los grandes médicos especialistas que las recomendaban para la inclusión en las dietas de sus pacientes, sobre todo los que no podían ingerir alimentos convencionales. Tanto fue así, que en los sanatorios, clínicas y hospitales comenzaron a incluirlas en la alimentación de enfermos de toda clase.
         Cuenta la tradición que, estando de visita alguien en un sanatorio de la ciudad de Buenos Aires y mientras recorría junto a un amigo las instalaciones del nosocomio, fue a dar a la puerta de la morgue, de donde precisamente salía un enfermero empujando una camilla que portaba un cadáver.
         Ante tal escena, el visitante, luego de mirar pasar al macabro cargamento, giró, miró a su ocasional acompañante y le dijo: Ese, no quiere más Lola…, aludiendo obviamente a la condición del muerto, que ya no comería ni esa ni ninguna otra marca de galletitas.
         Desde entonces  se aplica a quien no quiere seguir intentando lo imposible, o no aguanta más una determinada situación.

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